

Mediterráneo® elabora una amplia gama de productos basados en el uso de las flores con un fin terapéutico; los sistemas florales, las esencias individuales y los derivados florales. ¿En qué se diferencia uno del otro?
Un sistema floral está constituido por un número finito de distintas esencias individuales, pero donde los atributos propios de cada una permiten integrarlas en un sistema terapéutico autosuficiente, que puede o no trabajar en asociación con otro sistema. Es una arquitectura armónica que nace del aporte individual que cada flor realiza para configurar una entidad orgánica compleja. Esto significa que un sistema, de algún modo intenta abarcar todas las aristas e interacciones posibles en una determinada problemática de salud: bioenergética, emocional, mental o psicoespiritual. Las esencias florales se caracterizan por ser multivalentes, o sea, que su acción es capaz de cubrir un amplio espectro, por lo que entre ellas en alguna medida se traslapan o rozan en algunas de las áreas, lo que arman un tipo de tejido que potencia su accionar. En otras palabras, cada flor establece una comunicación sistémica con los restantes que integran el colectivo. Lo que la une es una orientación común que busca cubrir desde distintos ángulos, todos los potenciales desequilibrios dentro de una o más de estas áreas de la salud, donde el aporte individual de cada esencia da solución a varias de las aristas que mantiene presente dicha desarmonía. El hecho que sean multivalente hace que se requiera utilizar un reducido número de ellas para cubrir terapéuticamente el área del conflicto. De modo que la diferencia entre los distintos sistemas florales, radica en los detalles que destaca, y en el nivel de sutileza o profundidad, con que los trabaja.
Es el Dr. Edward Bach quien logra rescatar, desde el reino vegetal, el primer sistema con fines terapéuticos que se elabora en el mundo, que se compone de 38 flores silvestres. Su sistema se dirige a trabajar los distintos tipos de personalidad y sus rasgos de carácter que gravitan en el proceso de enfermar. Recordemos que, al buscar comprender el origen de la enfermedad, él descubre que la salud, la personalidad y el Alma son parte de una urdiembre mayor que guardan relación con un misterio que el hombre encierra en su interior. Plantea que la salud del hombre depende que resuelva un conflicto esencial. El principal motor de nuestra desarmonía es un tipo particular de estructura de personalidad, la cual se resiste a seguir los dictados del Alma. Bajo la guía de este principio, las flores que él busca recuperar para integrarlas a su sistema, deben cubrir todos y cada una de las distintas aristas donde la personalidad se sale de rango y entra en conflicto de desvío. Para Bach, la enfermedad, no corresponde a un castigo ni es un azar, sino, la consecuencia de dicho desvío. Por lo que las enfermedades no tienen otro propósito más que ser un indicativo para ejercer una corrección. Las esencias buscan favorecer la toma de consciencia por parte de nosotros del desvío e inducirnos suave y cariñosamente a que ejerzamos dicha corrección.
Dentro de la historia de mediterráneo®, el primer sistema que se logra estabilizar, es precisamente, el Sistema del Dr. Bach. Luego, se configura el Sistema Flores del Mediterráneo, compuesto de 40 flores. A ello se agrega, el Sistema Flores Complementarias, que se conforma por 20 flores, y como su nombre lo indica, es un complemento al anterior. Con posterioridad, al utilizar una metodología combinada de elaboración (método Bach y método Paracelso), se logra sintetizar los tres Sistemas Áureos.
En este recorrido por el reino vegetal han venido a nuestro encuentro el hallazgo de algunas flores notables, que, por sus cualidades extraordinarias, permiten no ser incluidas dentro de ningún sistema, ellas por si solas, por su magnitud del rango de frecuencia que trabajan, son capaces abarcan la totalidad de un ámbito de la salud de ser humano. Lo que les confiere a ellas, el rango de protectoras. Primero es el caso de la Flor de Lys, y, ahora último, la Flor de Kore.
En cuanto a lo que es el acto terapéutico, su eje principal gira en torno a un preparado o formula que se elabora de manera particular para cada persona, del cual ella bebe a gotas a lo largo de un periodo de su vida. Formula que puede estar compuesta por una sola esencia o una mezcla de ellas. Sin embargo, para mantener su real eficacia, dicho preparado solo permite, y exige, que no se pase de un número máximo de flores (seis). En este sentido, uno de los aportes que hace al acto terapéutico los Sistemas Áureos, es que sus esencias se pueden agregar a la formula compuesta de flores tradicionales, pero éstas no suman al momento de contar, lo cual permite ampliar el paragua o cobertura terapéutica del preparado. Dando como resultado que con una sola formula se cubre mayores detalles y profundidad del desvío.
Las esencias de los Sistema Áureo solo se suman entre ellas, con un número máximo de tres. Algo similar sucede con las esencias individuales de flor de Lys y de flor de Kore, que, al agregarlas a la mezcla, ellas no se suman a las tradicionales ni a las áureas. Esto se explica porque todas las esencias tradicionales, tienen la misma vía de ingreso al campo electromagnético de la persona, en cambio, las esencias de los Sistemas Áureos ocupan una ruta diferente para ingresar, y, la flor de Lys, como, la de Kore, lo hacen por otra vía distinta.
Este abanico floral le ha permitido a mediterráneo® elabora algunos derivados florales, que buscan suplir algunos aspectos puntuales del bienestar de la persona. Dichos derivados surgen al combinar algunas tinturas madres para formular un producto único que se orienta a intensificar o proteger algún elemento particular que expone a la persona a un desequilibrio.
Conoce los distintos sistemas florales, esencias individuales y los derivados florales que elaboramos para ti. Además, contamos con cursos, consultas y la asesoría necesaria para el manejo de ellas.
Esperamos que sea de tu ayuda la información de nuestro sitio web.